El nuevo novio de Madonna. Es un bailarín de hip hop francés y musulmán que ganó tres veces la copa mundial de breakdance. Ella le lleva 28 años nomás... ¿Algo más?
Brahim Zaibat ya ganó tres títulos mundiales con su banda de breakdance Pockemon Crew. También es el coreógrafo e increíble intérprete de sus propios shows. El joven de 24 años, que nació y creció en la ciudad francesa de Lyon, es un emblema del hip-hop. Conoció a Madonna en el lanzamiento de “Lourdes”, la línea de prêt-à-porter de la superestrella, que se enamoró de él.
Es la primera vez desde la difusión de tu “relación” por parte de la prensa que accedés a hablar de ello. ¿Por qué?
En los últimos tiempos se dijeron muchas cosas sobre mí, y la mayor parte es por completo falsa, como por ejemplo mi presunto pasado peligroso de joven de los suburbios.
Hasta leo declaraciones que le atribuyen a mi madre cuando ella nunca dijo esas cosas. ¡Son inventos!
Si pudieras elegir, ¿cómo te gustaría que te vieran?
Quiero que me vean como el bailarín que siempre fui, soy y seré. Ante todo soy un bailarín. Nada más. Bueno, todavía no le mostré al mundo mi talento.
Si hacemos a un lado la historia de amor que te llevó a la fama, tu vida sigue siendo muy poco común…
No tanto. Nací en Lyon, donde pasé mi juventud. Soy el mayor de cuatro hermanos. Tengo un hermano y dos medios hermanos, una mujer y un varón. Mi madre nos crió sola. Como era el mayor, pronto tuve que hacer las veces de padre sustituto. Aparte de eso, tuve una infancia muy normal, igual que la de cualquier chico francés.
¿Qué tal fuiste como estudiante?
Bastante bueno. Me gustaban historia, geografía y lengua. También me encantaba pasar por artista. Pero el día que descubrí el baile el colegio se volvió secundario. Mi pasión por el breakdance me llevó a descuidar mi educación.
Es fácil entender por qué la gente dice que tenés una flexibilidad poco común: cuando bailás parece que fueras de goma. ¿Es un don o es producto de mucho trabajo?
Pienso que tengo un don de Dios pero, como pasa con todos los dones, hace falta mucho trabajo y decisión para transformarlo en un verdadero talento. Soy musulmán practicante, pero no tengo tiempo de rezar cinco veces por día.
¿Cuál te parece el punto más alto de tu carrera?
Cuando mi amigo Lilou y yo ganamos el título mundial como dúo en el campeonato de Corea en 2005.
Este “affaire” con Madonna empezó el 22 de noviembre. Bailabas en el show que rodeaba el lanzamiento de “Lourdes”, la línea de prêt-à-porter de Madonna. Contamos más.
Mi amigo Norman baila para Madonna desde hace varios años. Hasta se convirtió en su personal trainer. El me pidió que bailara para el lanzamiento de su línea. Hice algo sobre
Material Girl y luego me presentaron a Madonna, que se limitó a darme las gracias por mi participación.
Es muy abierta en sus gustos estéticos. Eso te debe gustar. Cuando era chico, en los clips siempre había baile. El baile era inseparable de la música, sobre todo del rap. Pero ahora sólo hay chicas y autos. Gracias a Dios, gracias a artistas como Madonna, los bailarines todavía tenemos trabajo.
¿La pasión de ambos por el baile contribuyó a acercarlos? Madonna siempre sintió verdadera pasión por el baile. Creció soñando con convertirse en bailarina. Eso es otra cosa que tenemos en común. (Sonríe.)
La historia de amor de ustedes dos se dio de forma casi instantánea, ¿verdad? ¿La vida te cambió?
No diría que las cosas fueron demasiado rápido. Siguen su curso. Mi vida no experimentó cambios. Sigo siendo la misma persona. Otros cambiaron. Algunos piensan que deben tener una opinión al respecto. Por otra parte, los que me rodean no siempre se muestran muy contentos en relación con eso. Llegué a recibir mensajes de texto muy desagradables. Pero trato de olvidar las cosas negativas y me limito a desear que la gente deje de meterse.
¿Madonna te da consejos?
No, es cosa mía. Pero aprendo mucho viendo cómo maneja sus asuntos. Es un proceso de aprendizaje. (Se ríe.)
Dicen que sos bastante mujeriego…
Por supuesto. Cuando era más joven tuve mi cuota de mujeres. Bailar era muy útil. Después me calmé, ya que mi forma de vida no tiene nada que ver con la de un mujeriego.
Madonna dice que es bastante exhibicionista. ¿Eso puede ser una fuente de celos para un hombre musulmán como vos?
No soy celoso. Siempre y cuando sienta que tengo todo bajo control, las cosas se deslizan sin problemas. (Sonríe.)
¿Ya están planeando un futuro juntos?
Si me lo pide, no veo motivos para no hacerlo. Pero nada de eso figura en mi agenda. Trato de concentrarme en mis propios objetivos. «
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